INFANCIA | Abandono de menores al tener padres en prisión.
En una tarde normal y corriente, como cualquier día “Chely” como es llamada por todos sus vecinos, recibe una carta de parte de CONAPINA, (Consejo Nacional de la Primera Infancia, Niñez y Adolescencia).
Chely fue citada para que se presentara porque su prima “Laura” detenida hace dos años por el régimen de excepción. Les pedía de favor a ella y su esposo que se hicieran cargo de su hija. Cuando Laura fue detenida ya iba embarazada y tuvo a su hija tras las rejas.
Pues su hija cuyo nombre es Sofia, presentaba enfermedad en las vías respiratorias y por parte de una pediatra dentro del penal le dijo que la niña ya no podía seguir con ella en esa situación y le sugirió que alguien de su familia se hiciera cargo de la menor.
Laura sin tener opción y por pensar en lo mejor para su hija no tuvo otra alternativa que hacer caso a lo que la pediatra le había comentado.
La ausencia de la madre o padre en los niños puede ocasionar consecuencias en su desarrollo.
Por: Verónica Cardoza.
Cuando se llega la fecha del citatorio “Chely” se presenta a las oficinas de CONAPINA, junto con su esposo Carlos, les hicieron muchas preguntas. Dentro de las preguntas era si estaban de acuerdo y si aceptaban la responsabilidad de hacerse cargo de la menor.
Asimismo, los dos cuentan que les hicieron varias entrevistas, exámenes psicológicos y varias visitas a su hogar para verificar que la niña tendría un espacio digno. Se hicieron varios estudios para saber si ellos estaban capacitados para dicha responsabilidad, pues es una menor de dos años quien ellos tendrían que hacerse cargo como “padres sustitutos”.
Luego de varias investigaciones se llegó el día donde les entregarían a Sofia. Lista para ser llevada a casa, pues ellos estaban capacitados para ser sus tutores, CONAPINA, les dijo que tendrían varias visitas para verificar que la niña esté en un hogar donde se le cumplan todos sus derechos.
Según la psicóloga Jennifer Cisneros, asegura que, “El impacto emocional en un niño menor de dos años cuya madre está encarcelada es profundo y complejo, aunque a esta edad el niño todavía no tenga una comprensión total de la situación”.
Aunque Sofia es muy pequeña aun y no logra entender porque su madre no está con ella, pues tuvo varios efectos secundarios.
“Chely” cuenta “me entregaron la niña con problemas de salud respiratorios, muy baja de peso, y no me entregaron ningún reporte médico, sin recibir ningún apoyo económico” pues ella y su esposo se hacen cargo de todos los gastos.
“EL SILENCIO DEL ESTADO”
Aunque el gobierno salvadoreño ha defendido el régimen como una medida necesaria para restaurar la paz, ha guardado silencio sobre el impacto colateral en los hijos de los detenidos. Programas sociales que podrían ayudar a estas familias son insuficientes o inexistentes.
Según el Abogado de la Republica de El Salvador, José Mauricio Cardoza, quien llevó varios casos similares sobre madres que han sido encarceladas y tienen a sus hijos dentro de la cárcel, comenta que “no hay ningún apoyo de parte del estado y que ni siquiera se ha hecho un llamado para que se vele por esos estándares mínimos para la protección de la niñez”.
También agregó que hay casos donde los niños quedan desprotegidos, no se hacen los estudios necesarios de las personas a quienes quedan de responsables, sin asegurarse que les puedan brindar un techo, educación, el derecho a la salud, y todo lo que necesita un menor de edad.
“Son pocos los casos donde les dan un buen manejo, pero eso sí, sin ningún apoyo económico, todos los gastos deben cubrirlos la familia que acogen a estos menores”, expresó.
Según un informe y un documental que fue realizado por Socorro Jurídico Humanitario (SJH) y el Centro de Intercambio y solidaridad (CIS), más de 100,000 niños, niñas y adolescentes han sido los afectados con la implementación del régimen de excepción. Se dice que las principales consecuencias es la falta de atención médica y psicológica. «Niños en abandono por parte del Estado”, dijo la vocera del Socorro Jurídico, Ingrid Escobar”.
A pesar de lo que tuvo que vivir Sofia en sus dos años de vida, ella no está sola. Sus tutores actualmente se han hecho cargo de ella. Llenándola de amor y brindándoles una nueva familia donde pueda crecer y desarrollarse de manera sana y segura, su salud ha mejorado muchísimo y tiene una mejor calidad de vida.
Sus “padres sustitutos” expresan que “la consideran como una hija mas y que esperan estar capacitados para llevar a la niña por un buen camino y poder brindarle ayuda psicológica cuando se llegue el momento de contar la verdad”.