ESTADIOS. El eterno problema del fútbol salvadoreño
Por: Andres López y Boris Erazo
En El Salvador el deporte más practicado es el fútbol; no obstante, desde hace unos años atrás no existen las condiciones óptimas para el desarrollo del mismo. Una de esas limitantes son las canchas en las que se juegan los partidos de Primera División y que se encuentran en estado deplorable impidiendo el desarrollo correcto de un encuentro deportivo y que, a su vez es el mismo campo donde entrenan, ralentizando o frenando la producción de futbolistas de elite.
En este reportaje hablaremos con expertos y protagonistas del fútbol nacional para exponer las condiciones en las que se encuentran los escenarios deportivos y como afecta en el desempeño profesional.
Dos mundiales en 54 años hablan muy mal de una nación que pretende ser futbolera. Apenas tres equipos salvadoreños lograron ganar la copa de campeones de la CONCACAF, en una era donde el torneo no tenía interés del bloque del norte (Estados Unidos, Canadá y México), ni hablar de la Copa Oro, la extinta Copa de Naciones UNCAF o la recién creada Nations League CONCACAF; competencias internacionales en las que no se logra destacar. La selección es reflejo de la liga local.
Entonces, sería válido realizar el cuestionamiento, ¿Son los escenarios deportivos la razón por la cual el fútbol salvadoreño no es atractivo y de poca calidad? ¿Las canchas son las principales limitantes que no permite la formación correcta de las fuerzas básicas? Y por consecuencia de estas limitantes el fútbol salvadoreño no logra competir a nivel regional o internacional.
Caminos de tierra, no de grama
En la United Soccer League (USL), segunda división de Estados Unidos, militan alrededor de 16 jugadores salvadoreños, de los cuales solamente 2 de ellos han sido formados en nuestro país; los 14 restantes se consideran salvadoreños por naturalización o por consanguinidad. Los únicos salvadoreños formados en el país son Jairo Henríquez (Colorado Spring Switchbacks) y Bryan Tamacas (ex Oakland Roots) sumado a Harold Osorio (Chicago Fire II) en la MLS Next Pro.
Es por tanto, que los “salvadoreños” que se encuentran en ligas de mayor nivel es común que no sean totalmente formados en el país, de acuerdo a ello, podríamos cuestionar ¿Es culpa de las condiciones de las canchas y la poca seriedad de las entidades del futbol el nivel deportivo de El Salvador?
Es de conocimiento popular que en los países futbolísticamente más desarrollados los equipos de fútbol cuentan con infraestructuras sólidas, estructuras de academias o canteras y con sedes de alto estándar internacional y que por consecuencias estos trascienden de clubes a marcas representando un alto valor económico similar a cualquier empresa generadora de plusvalía; ese no es el caso de los equipos salvadoreños.
Rodrigo Zepeda, joven de 21 años quien se formó en las canteras de Alianza Fútbol Club, narra su experiencia formativa en el club y los desafíos para el joven futbolista salvadoreño al llegar al circuito profesional que se enfrenta a las limitantes de cada equipo
Rodrigol jugó un total de 12 partidos con Alianza, en muchos de esos encuentros, jugando como revulsivo para ayudar al equipo. Pese a que agradece lo que Alianza le enseñó, también hace énfasis en que algunas canchas del país no solo son malas o no están en buen estado, sino que también, pueden lesionar a los jóvenes talentos.
Es común que los equipos de reserva recorran los mismos estadios en los que juegan los equipos de la primera división. En muchas ocasiones el estado del engramillado de la mayoría de los estadios se encuentra desgastadas por el uso constante o el descuido de las autoridades competentes.
Algunas academias formativas optan por trasladarse a canchas de césped sintéticos con la finalidad de preparar a sus jugadores en terrenos de mejor calidad y mejorar así el nivel futbolístico siguiendo una estrategia. No obstante, esto no puede sucedes en primera división donde los escenarios deportivos ya están determinados.
Zepeda, posteriormente dejó el deporte federado por la ausencia de oportunidades a los jóvenes. Pero fue meses después, que el proyecto de la Liga Nacional INDES tuvo lugar, abriendo una oportunidad para desarrollar su talento y se convirtió en pilar del equipo de San Salvador.
Ahora es parte de la selección de fútbol once de la Universidad de El Salvador donde esta teniendo un papel bastante destacable, esperando por supuesto ser parte de algo más grande en los futuros años para desarrollar sus sueños.
De esta manera, Zepeda de momento pausa el anhelo de seguir creciendo en las ligas profesionales. Por otra parte, en medio de todo este paisaje de campos de juego totalmente deplorables, en la historia reciente del fútbol nacional surgió un emblema que trascendió de las canchas con hoyos.
Al igual que Rodrigo Zepeda, Burgos inició su vida en el fútbol desde temprana edad en canchas de colonia, pero su esfuerzo lo catapultó a Alianza FC y posteriormente, por sus destacadas actuaciones, tuvo la oportunidad de debutar en el fútbol centroamericano en el Petapa FC de Guatemala, que sería su trampolín al fútbol europeo. En el año 2012, el SV Josko Fenster Ried de la Bundesliga Austriaca se hizo de los servicios del nacional y lo envió en calidad de préstamo al Kecskemét TE de la liga húngara.
Burgos es el reflejo de los niños salvadoreños que anhelan y aspiran salir a jugar en ligas internacionales. Ahora Rafa se dedica a trasmitir sus conocimientos a las futuras generaciones de futbolistas en su academia.
La grama ideal
Pese a que muchas academias deportivas, como la de Rafael Burgos, forman a los pequeños atletas en pasto sintético, en la primera división del fútbol nacional a penas se utiliza un estadio de esta índole. El único estadio que se utiliza para encuentras nacionales e internacionales es el Estadio Nacional Las Delicias, casa del extinto Santa Tecla FC, que cuenta con un engramado 100% sintético y que se encuentra en buenas condiciones.
Por otra parte, los estadios restantes de los equipos pertenecientes a primera división utilizan pasto natural que se encuentran en diferentes condiciones. Consultamos con el Ingeniero Agrónomo Rene Montoya de la Universidad de El Salvador, quien desde la óptica profesional nos brindó referencias sobre la grama apta para los estadios de primera división y los cuidos mínimos que deberían recibir para estar en óptimas condiciones.
“Según el uso que se le vaya a dar, así va a ser su requerimiento de recuperación, para el caso de la cynodon dactylon se debe estar podando entre 15-19 días. Cada grama es diferente y se le debe dar una atención especial”, declaró Montoya.
Según el Ingeniero Rene, se debe realizar un proceso de fertilización adecuado y depende de una formula completa para obtener los resultados óptimos para el mantenimiento de la grama; es decir, se debe mantener un control completo a la poda y fertilización del pasto. El ingeniero agrega que es recomendable fertilizar el pasto cada 10 días en caso que la cancha sea utilizada cada 8 días y mantener el control de la maleza que crece.
Al mismo tiempo, desde su experiencia brindó su opinión sobre el estado de las canchas del país. “Existe un mal manejo y el desconocimiento de las personas encargadas del cuido del césped. Por otra parte, hay que hacer un esfuerzo para cuidar la grama natural; esto implica cuidar una planta viva y se le debe brindar atención de mantenimiento”.
De igual forma, Montoya aseguró que muchas de las instituciones deportivas optan por migrar al pasto sintético por el bajo nivel de atención que necesita el estado de la cancha y que a su vez disminuye el costo de mantenimiento. Por otra parte, expresó que la aparición del pasto hibrido solo incrementa ese costo de mantenimiento por lo que considera que el país está a años luz de poder contar con ese tipo de grama en los estadios de primera división.
Canchas a nivel centroamericano
Afuera de las fronteras salvadoreñas y su fútbol, existen ligas de alto nivel en Centroamérica destacando a casi todas por encima de la salvadoreña, pero haciendo pleno énfasis en dos sólidos ejemplos de proyectos deportivos que le han dado la vuelta al mundo.
En varios países de la región, los estadios de fútbol son temas de conversación ya que muchos de ellos están en igual condición de los equipos nacionales. No obstante hay algunos de ellos que destacan por su excelente estado del terreno, sean de pasto natural o sintético.
Hay equipos que trascienden de su estadio a tener su Centro de Alto Rendimiento como parte de su esfuerzo por brindar las mejores instalaciones para el desarrollo profesional de las fuerzas básicas y el despliegue de un futbol moderno.
La Liga Deportiva Alajuelense de Costa Rica y el Club Olimpia Deportivo de Honduras, son dos proyectos reales de equipo deportivo, acercándose a la definición de marca, más que de club profesional, porque poseen una infraestructura digna de un equipo internacional.
Según la Universidad Europea de estudios superiores, define Centro de Alto Rendimiento por sus siglas (CAR), como una importante y destacada instalación deportiva implementada con la mejor tecnología.
El primero y uno de los más sólidos por ser parte de la liga más fuerte de Centroamérica, se trata del Centro de Alto Rendimiento de Alajuela, inaugurado en 2020 ubicado en Turrúcares, donde yace un centro referencia para todo equipo de Centroamérica que busque dar un paso más allá.
De igual forma, el Club Olimpia inauguró el 2 de septiembre de 2021 el CAR José Rafael Ferrari que cuenta con dos canchas de pasto natural y una sintética, un gimnasio propio, sala de prensa, comedor, entre otras áreas.
En ese punto, ambas instituciones hacen de local en estadios de renombre para el fútbol centroamericano, La Liga Alajuelense tiene por sede propia el Estadio Alejandro Morena Soto mientras que Olimpia hace lo propio en el Estadio Nacional José de la Paz (Chelato Uclés). Una característica que une a estas dos sedes es que ambas superficies son de césped hibrido y cuentan con espacios modernizados. No obstante, la Liga cuenta con el recurso económico necesario para mantener este tipo de engramillado, por otra parte, Olimpia, al compartir sede con otros cuatro equipos y el gobierno de la republica liderado por la Comisión Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (CONDEPOR), facilita el mantenimiento de este.
El espejo de la región
En una comparativa centroamericana, vale preguntarse cómo se encuentran las canchas en comparación a las de los vecinos. Para responder a esta incógnita, conversamos con el periodista Alejandro Mejicanos de Tigo Sport Honduras. Mejicanos es un conocedor de la liga hondureña y de igual forma de la liga salvadoreña por ello, apelamos a su conocimiento para establecer esta comparativa.
Según Mejicanos, el mejor estadio hondureño es el Chelato Uclés y considera que solo tres canchas a nivel nacional cumplen los requisitos para ser tomados en cuenta como estadios con engramillado de calidad.
“La realidad es que de los diez equipos que pertenecen a la primera división, ocho estadios no tienen cancha en condiciones dignas. Los cuatro grandes hondureños juegan en las mejores canchas, los otros apuestan su presupuesto para competir no para fortalecer sus sedes”
Olimpia Deportivo es el actual monarca hondureño y ostenta ocho campeonatos de forma consecutiva y que a su vez es uno de los equipos que forma jugadores jóvenes en su CAR para luego exportarlos a otros equipos. En ese punto, Olimpia se presenta como una institución deportiva de alto estándar y supera a varios equipos de su liga y de la liga salvadoreña.
Pese a lo anterior, Mejicanos asegura que la mayoría de equipos hondureños trabajan constantemente para profesionalizarse aun sin contar con una cancha con engramillado decente, pero apelan a otras circunstancias como: nutricionistas, fuerzas básicas sólidas, etc. y agrega que son estos hechos que los convierten en equipos competitivos en la región.
Por tanto, si Honduras no cuenta con canchas de alto nivel, ¿Por qué el fútbol hondureño es superior al salvadoreño? Para el periodista y presentador de tv, la diferencia radica en cuestiones físicas y aptitudes y no en aspectos externos como la cancha en la que se desenvuelven, ya que en general ambas ligas tienen canchas considerablemente parecidas.
“Es fundamental tener un terreno de primer nivel para el desarrollo profesional del fútbol, como en todo trabajo, se necesita tener las mejores condiciones para que tu trabajo este optimizado y sea lo mejor posible. Todo empleado necesita herramientas para hacer su trabajo, el futbolista necesita una cancha para que la pelota ruede bien, en el desarrollo de las ligas eso es fundamental, sino miremos la MLS como compite a nivel internacional”, sentencio Mejicanos.
La óptica extranjera hacia El Salvador
Normalmente, quienes sufren las inclemencias de los estadios salvadoreños son los mismo salvadoreños; Rodrigo Zepeda, Rafa Burgos y un sinfín de nombres se agregan a la lista de jugadores que han tenido la oportunidad de hacer su papel en un estadio de primera división y recorrer las distintas canchas del país.
De igual forma, son cientos de extranjeros que vienen al país para hacerse hueco en el redondo nacional y les toca enfrentarse a esta situación de cancha.
En un primer momento, cualquier salvadoreño podría llegar a pensar que nuestros mejores estadios pueden compararse al menos con alguno del interior de la República Argentina, específicamente de la Primera Nacional (Segunda división), sin embargo, el portero argentino salvadoreño fue tajante al responder que no hay comparación entre unos y otros.
Con todo eso, Coloca realizó la salvedad que si existen estadios decentes en el país pero que necesitan un buen mantenimiento referente a pintura, iluminación, engramillado, vestuarios, etc., en comparación con los estadios de la región que le tocó visitar.
Al igual que Alejandro Mejicanos, Coloca rescató el valor del estado del engramillado para desarrollar el fútbol plenamente. “Un campo de juego en buen estado te facilita el juego, permite un mejor espectáculo deportivo para la gente que va”, expuso el originario de Pehuajó de la Provincia de Buenos Aires.
Por otra parte calificó los engramillado de las canchas salvadoreñas como “aceptables” pero aseguró que para mejorar la calidad del fútbol se debería pensar en otros factores como el tema de horarios y el atraso salarial que afectan al jugador a la hora de jugar un partido de alta intensidad, ya que no logran concentrase en su totalidad en su trabajo.
De igual forma, Coloca habló sobre la diferencia para el futbolista jugar en una cancha sintética a una de pasto natural.
En cuanto a la interrogante, si la solución de mejorar la calidad del fútbol salvadoreño pasa por las condiciones de los escenarios deportivos y migrar a otros tipos de pasto, el experimentado arquero sentenció que si la solución fuese pasar a grama sintética todos los clubes lo habrían hecho ya, sin embargo, en su opinión son otros temas los que se deben priorizar (horarios, pagos, etc.) para mejorar el futbol local.
¿Fórmula secreta?
Para profundizar en el tema de escenarios deportivos, recurrimos a la máxima autoridad salvadoreña del fútbol, La Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT), para conocer los estándares mínimos que una cancha puede presentar para recibir el aval para acoger juegos de primera división, no obstante, pese a recurrir a los medios indicados en su página web y realizar distintas llamadas a la federación NO recibimos respuesta alguna para abordar esta temática.
No existe una fórmula secreta para que el fútbol salvadoreño mejore su calidad, más que el trabajo constante desde las bases acompañado de disciplina y ciencias deportivas aplicadas adecuadas para cada nivel.
Si analizamos bajo la experiencia de cada uno de los entrevistados en esta investigación, podremos concluir en que los jóvenes que están en las canteras necesitan oportunidades equitativas y desarrollarse en espacios aptos para explotar al máximo sus habilidades, tomando como espejo el ejemplo de otros equipos en la región. El no tener estos espacios, retrasa o dificulta el desarrollo prospero de los jóvenes futbolistas; no obstante, a criterio de los protagonistas no es el factor determinante, ya que como ejemplo podemos tomar a jugadores brasileños que iniciaron su formación en campos deplorables y que es hasta su llegada a un club profesional que juegan en canchas de alto nivel.
De igual forma, el terreno de juego es importante para el desarrollo de alto nivel de un buen fútbol, pero en el caso salvadoreño no es el principal problema; ya que cuenta con algunos estadios de buen nivel en cuanto a graderío, camerinos y césped se refiere, El campo de juego en perfectas condiciones (o en su defecto “decente”) es una herramienta valiosa para que el jugador profesional despliegue la idea táctica y la estrategia propuesta por el entrenador y al mismo tiempo hacer valer sus dotes técnicos con la número cinco.
El terreno de juego es uno de los factores que a nivel nacional se debe mejorar pero en definitiva no es el factor decisivo para mejorar la calidad. La alternativa siempre será mudar al pasto sintético pero como decía Matías Coloca, no es la solución para mejorar la calidad.
Si es por un tema económico de mantenimiento para el campo de juego, entonces sí, la solución podría pasar por el cambio de pasto como lo comentaba anteriormente el Ingeniero Agrónomo Rene Montoya, esto en comparación a los gastos que se realizan para darle un mantenimiento a un terreno de pasto natural.
Hay que tomar en consideración que el tener estadios sintéticos no será sinónimo de mejorar instantáneamente sino podemos ver el claro ejemplo de las islas caribeñas que en su mayoría juegan en pasto sintético pero no logran hacer evolucionar su juego a nivel colectivo.
En los encuentros recientes, la selección salvadoreña tuvo un enfrentamiento contra su similar de Montserrat, en la isla de Bonaire. El partido de la selecta fue desarrollado en el Stadion Antonio Trenidat, que acumula más de 1500 partidos y que por si fuera poco cuenta con césped artificial. La mayoría de los jugadores de Monserrat militan en la League One o League Two de Inglaterra y juegan en mejores canchas que las nacionales, pero no por ello significa que fueron superiores a los salvadoreños.
Si bien es cierto, en un primer tiempo aguerrido entre ambas escuadras, El Salvador se impuso cómodamente con marcador de 1-4. Por tanto, el tener canchas con este pasto no es garantía de un futbol de excelencia, ya que la mayoría de las islas utilizan césped sintético para desarrollar los partidos oficiales de CONCACAF.
Además, debe tomarse en consideración las lesiones musculares que conlleva el desarrollo de este deporte en la alfombra sintética, Cabe destacar que muchos sitios en internet se contradicen en cuanto a estudios ya que unos muestran que en este tipo de canchas las lesiones suelen ser más frecuentes mientras que en otros sitios afirman que es igual a las lesiones que se realizan en las canchas de pasto natural.
Según la Fisioterapeuta Gabriela Torres, es común que se presenten lesiones musculares debido a la realización de este deporte en grama artificial.
“Estas lesiones suelen ser frecuentes en las canchas de material sintético debido al sobre esfuerzo que realiza el jugador para que el taco se libere de la superficie y realice el movimiento adecuado para la ejecución de una maniobra, no así en el césped natural que debido a su propiedades, el pasto se amolda y libera la planta del jugador sin sobre esfuerzo alguno. En otras palabras, el jugador genera mayor esfuerzo físico en el movimiento sobre grama artificial y produce lesiones musculares”, expresó Torres.
Por tanto, la decisión de migrar a estas canchas debe ser considerada desde un amplio panorama que permita ser analizado de manera íntegra. Entonces, podemos concluir que el estado de la cancha influye en la ejecución del juego pero no determina la calidad del jugador. Para competir a nivel internacional y enriquecer la calidad del futbol salvadoreño hace falta más que construir un estadio de primer mundo. .
